Mar. 23, 2025
La preocupación puede aprisionar nuestras mentes, dejándonos inquietos y distraídos de la vida que Dios quiere para nosotros. Exploraremos cómo la preocupación puede dominar nuestros pensamientos y robarnos la paz y el gozo que tenemos en Cristo. A través de 2 Timoteo 1:7 y Mateo 6:25, descubriremos que la preocupación no tiene por qué controlarnos porque Dios nos ha equipado con un Espíritu de poder, amor y autocontrol.